La campaña de siembra de ajo temprano está en su recta final en la comarca de Las Pedroñeras, y a falta de datos concluyentes la estimación que se baraja es que la superficie para esta variedad ha disminuido notablemente. Los cálculos iniciales hablan de una reducción en torno a un 20% respecto a la campaña anterior, si bien aún es pronto para hablar de cifras. La campaña de siembra se encuentra cercana al 90% y los porcentajes pueden variar. Sobre todo por la gran incertidumbre que se está viviendo ante la paralización del mercado y el volumen de stock que se acumula en las cámaras.
Lo que se detecta es que ante los bajos precios, el escaso movimiento del mercado y el aumento de los gastos de producción, especialmente del arrendamiento de tierras “que alcanza cuantías entre los 2.000 y 2.500 euros por hectárea” han llevado a muchos productores a minorizar costes reduciendo superficie de siembra. Así lo pone de manifiesto el presidente de la Mesa Nacional del Ajo, Julio Bacete, quien confirma el desánimo de los productores en una campaña en la que la superproducción de China ha hundido las cotizaciones hasta situar el producto nacional por debajo de los costes de producción.
“No hay dinero, y cuando esto sucede se reduce el número de hectáreas. Además, los precios de las tierras son una verdadera barbaridad y eso hace que la gente se lo piense y siembre menos”.
Con todo, Bacete insiste en que a pesar de que “está claro” que este es un “mal año” comercial y tendrá su reflejo en la siembra del ajo temprano –muy afectado en su cosecha por las inclemencias meteorológicas– las cosas no tienen por qué ser igual para el ajo morado.
"A China le sobran ajos y saca el producto al mercado con precios ante los que es imposible competir"
En los últimos años variedades chinas como el denominado ajo temprano o spring han ido ganado terreno en La Mancha, al tratarse de un ajo con mayores rendimientos de producción, y lo ha hecho hasta situarse por encima del ajo morado. Pero también es menos resistente y este año ha tenido muchos más problemas que la variedad autóctona, tanto en rendimientos como en calidad. “Ha dado mucha guerra y la gente se ha desanimado bastante”, dice el presidente de la Mesa Nacional del Ajo que considera que, si no un aumento, la superficie de siembra del ajo morado se equiparará este año al spring.
La campaña para esta variedad – única amparada bajo el marchamo de calidad de una Indicación Geográfica Protegida– no comenzará hasta mediados de diciembre, y para entonces desde la Mesa Nacional del Ajo esperan que el mercado “reaccione un poco”.
De hecho, a pesar “de lo feo” que está el panorama comercial, confían en que sea el ajo morado el que pueda mejorar el mercado de un producto que en comarcas como La Mancha conquense es la piedra angular de la economía.
Con todo, las cosas no pintan bien. “A China le sobran ajos y saca el producto al mercado con precios ante los que es imposible competir.” El gigante asiático copa el 83% de la producción mundial y, por tanto, su presencia es decisiva en los precios. “El morado se ve arrastrado por la cotización china”, dice Bacete. Pero además, la preocupación de este año se centra en mercados tradicionales como Brasil o Marruecos. Países que no trabajan con ajo chino pero que sin embargo tampoco están realizando operaciones de ajo español.
Según apunta Bacete, Brasil ha dejado de hacer operaciones porque ya espea el ajo fresco de Argentina, con quien tiene un acuerdo. Y eso ocurre en un momento en el que las existencias “no se han limpiado” como otros años ocurría por estas fechas. Pero lo más desconcertante, dice el presidente de la Mesa Nacional del Ajo, es el caso de Marruecos. Un gran consumidor que sin embargo este año apenas mueve mercado. “No sabemos si por aumento de producción propia o porque a los países del Norte de África a los que les suele exportar están comprando ajo Chino, pero la verdad es que nos tiene desconcertados”, concluye Bacete.
Los aldeanos del suroeste de China se han enfrentado con funcionarios en una disputa sobre su derecho a cultivar ajo en una zona de tierra donde, según las autoridades locales, el uso excesivo de fertilizantes habría contaminado un lago local.
La discusión comenzó en agosto, cuando se informó a los productores del condado de Eryuan, provincia de Yunnan, que ya no podrían usar el sitio para la siembra, pero que serían compensados por sus pérdidas, informó el portal de noticias chino Thepaper.cn.
Según un aviso del gobierno emitido el 28 de agosto, a las familias se les pagaría 1.200 yuanes (US $ 175) por cada mu (7,200 pies cuadrados) de ajo que ya habían cultivado, y 600 yuanes por cada mu que planeaban usar pero aún no habían plantado
Sin embargo, los agricultores dijeron que habían estado cultivando ajo en el área durante casi dos décadas y que la compensación era insuficiente.
Las autoridades advirtieron a los lugareños que comenzarían a arrancar las plantas de ajo al día siguiente, pero las protestas estallaron en la ciudad de Sanying cuando llegaron al lugar con excavadoras y máquinas de desbrozadoras.
Los videos del choque fueron ampliamente compartidos en línea, y un funcionario del condado resultó herido durante una pelea.
La prohibición del cultivo de ajo se impuso en 16 ciudades de Eryuan como parte de los esfuerzos del gobierno local para proteger el lago Erhai, una atracción turística local.
El cultivo de ajo a menudo implica el uso de grandes cantidades de fertilizantes y pesticidas, que son considerados los principales contaminantes del lago, que se encuentra río abajo de Eryuan.
En un informe de The Beijing News, un agricultor llamado Yang fue citado diciendo que ya había plantado su cosecha de ajo cuando el gobierno le pidió que no lo hiciera.
“El ajo es de donde proviene principalmente nuestro ingreso. Hemos hecho esto durante décadas ", dijo. "Nos cuesta 3.500 yuanes por mu al año para plantar ajo, por lo que la compensación del gobierno ni siquiera cubre eso".
El gobierno de Eryuan dijo que más de 14.000 familias habían firmado acuerdos para no plantar más ajo, y que 5.000 mu de tierra ya habían sido limpiados. Antes de que las excavadores se fueran, Sanying albergaba más de 20.000 mu de campos de ajo, según el informe del periódico.
Este artículo fue publicado por primera vez en el South China Morning Post
Los principales ajeros de la provincia de Córdoba, reunidos en la sectorial del cultivo del ajo, celebrada en la sede de Asaja para hacer balance de la situación y de las siembras, han estimado una leve reducción de la superficie sembrada en la provincia de Córdoba de un diez por ciento, así como la producción en un seis por ciento con respecto a 2017.
No obstante, Córdoba sigue siendo la principal provincia andaluza productora de esta hortaliza, representando el 38 por ciento de la superficie total de ajo en Andalucía, con 2.011 ha. y el 34 por ciento de la producción total andaluza de ajo, alcanzando las 22.121 toneladas.
El presidente de la sectorial nacional del Ajo y de la sectorial de Asaja Córdoba, Miguel del Pino, convocó a la sectorial para hacer una valoración de la situación de mercado del sector del ajo en la provincia de Córdoba, de las perspectivas y avance de siembras en la campaña 2018-2019, así como la situación de la campaña de comercialización de ajos 2017-2018.
El ajo recolectado entre mayo y julio contó con un inicio de campaña retrasado, entre 10 y15 días, dependiendo de la zona de producción. Este retraso en el calendario habitual de producción del ajo se produjo debido al periodo de lluvias intensas recogido en los meses previos a la recolección, entre mediados de marzo y abril de 2018, y que se ha apreciado tanto en el ajo Spring como en el ajo morado.
No obstante, la calidad del producto ha sido buena, como garantía del ajo español, lo que no se ha visto acompañado por la situación de los precios, que han ido a la baja debido a la gran existencia de ajo chino en cámara.
La medida beneficia a la producción de ajo argentina, particularmente de Mendoza, que espera exportar cerca de 10 millones de cajas, por un valor de US$ 130 millones.
Por un año más, la exportación de ajo mendocino estará resguardada y permitirá la competitividad en el mercado brasilero, debido a que el país vecino abrió el proceso de renovación de la tasa antidumping al ajo chino.
Si bien la aplicación del impuesto tiene una vigencia de cinco años y el vencimiento operó el 3 de octubre, la medida proteccionista se extendió hasta 2019. Mientras tanto, comienza un proceso de revisión en el que los países productores deberán presentar los informes técnicos que avalan la competencia desleal con el mercado chino, que vende sus productos a precios notablemente inferiores a los costos de producción del resto de los países exportadores.
Argentina se ubica en el tercer puesto mundial de exportación de ajo (la preceden China y España) y la producción mendocina ocupa el 90% de la superficie cultivada.
La decisión del Gobierno de Brasil de abrir el proceso de renovación de la tasa antidumping para estudiar, durante un año, la extensión de la medida desde 2019 hasta 2024 se consiguió tras un arduo trabajo conjunto encarado por la Asociación Nacional de Productores de Ajo de Brasil (Anapa), la Asociación de Productores de Ajo de Mendoza (Asocamen), el Ministerio de Economía, Infraestructura y Energía y Cancillería nacional.
"Esto es sumamente positivo para el sector, ya que el gobierno brasilero está reconociendo una acción predatoria y de competencia desleal de la producción de China, al tiempo que trae previsibilidad al sector", indicó Guillermo San Martín, gerente general de Asocamen.
Para este año, se estima que la producción de ajo en la provincia de Mendoza sea similar a la temporada anterior, en la que se exportaron 10 millones de cajas, por un valor de US$ 130 millones.
FUENTE: Agritotal
“Brasil y Estados Unidos son dos grandes mercados para el ajo de Aceuchal”
El sector del ajo siempre se ha asociado en Extremadura a la localidad pacense de Aceuchal, famosa en su día por su producción y en la actualidad por su transformación y comercialización. Aunque su producción se realiza mayoritariamente por razones de extensión de terreno y agua en tierras Portugal, Aceuchal sigue siendo una de las capitales del ajo españolas, como lo demostró en la I Feria Internacional del Ajo celebrada allí a mediados de abril.
El ajo puede llegar a suponer unos ingresos anuales de unos 20 millones de euros en Aceuchal y muchos jornales para mujeres en sus fábricas. “Aun así en temas como el de regadío en Tierra de Barros, la Administración no nos ha tenido en cuenta”, segura Carlos Dobado. Un cultivo caro de producir, de carácter anual, que se enfrenta a importantes desafíos de sanidad vegetal como el Fusarium.
¿El volumen de transformación y comercialización de vuestra cooperativa ha crecido mucho en los últimos años?
En el año 2003 éramos unos 30 agricultores con una producción de unas 900 toneladas de ajos en unas 70 hectáreas. Y a día de hoy podemos hablar de unos 60 agricultores con una producción de 5.000 toneladas de ajos y que controlan unas 400 hectáreas de cultivo. Toda nuestra producción la transformamos y comercializamos nosotros, para evitar intermediarios.
¿Cuál es la salida comercial del producto?
Cuando llegue yo a la cooperativa, más del 80% se exportada a Portugal, un mercado que ya cuenta con su propia producción. Hubo que comenzar de nuevo desde cero, y actualmente hemos conseguido que el 20% de la producción se exporte, siempre buscando nuevos mercados y con más poder adquisitivo. Brasil es el primer objetivo que hemos logrado, y también estamos creciendo en Estados Unidos y Canadá. En esta campaña podemos alcanzar ya el 40% en exportación. En Brasil todo el ajo fresco va para el cliente final. En el caso de Estados Unidos, el 50% puede ser ajo pelado. Es un gran mercado que tenemos que cuidar.
¿Cómo incluye en el consumo del ajo los nuevos cambios y hábitos de consumo alimentarios, con más comida rápida y preparada?
En España y en Europa el ajo no tiene la imagen que tiene por ejemplo en China, el mayor productor mundial con el 85% del mercado, donde se considera casi un medicamento. Aquí sigue siendo visto como una especie o condimento. Está claro que el cambio en los hábitos de consumo y sobre todo en el tipo de hogares, con solo dos o tres personas, influye. Por eso hay que insistir mucho en vender bien el producto, con diseños y envases atractivos, para atraer a nuevos clientes.
¿Las importaciones de China son un grave problema para el sector?
Las importaciones de ajo chino a través del contingente aprobado por la Unión Europea han crecido en los últimos años. Sigue entrando mucho ajo chino sin licencia a través de los países de Europea del Este. Es un problema muy serio para el sector, que irá a más como aumenten las producciones chinas. El tema del Brexit tampoco beneficia al sector. Para un experto si es fácil distinguir el ajo chino del español pero un cliente normal no lo puede hacer. El buen etiquetado es clave.
Fuente: Extremadura 21